Un empleado descubre
cientos de peces en una piscina del club.
Era un día lindo en Polto Virpado.
Ubicado en las playas más lindas de Brasil. En el que habita gente de gran poder económico. Todos las noches los empleados limpian las piscinas, cuando un día un empleado haciendo su deber encontró cientos de peces. No sabía qué hacer. Le dijo al dueño qué había pasado con esos peces que estaban en la piscina.
El dueño que se llamaba Miguel de Santos fue a una de las mejores agencias a contratar un detective privado, que se llamaba Jorge Alejandro de Ríos.
El aspecto del detective: es delgado, morocho y con un traje negro. Lo primero que hizo fue investigar a quien se encontraba a esa hora en el club.
Los sospechosos eran: el Cantinero, un enemigo del dueño que quería comprar el club, el vecino que no aguantaba la música y la limpiadora.
Empezó con el cantinero - Yo fui a la bodega a levar unos envases y cuando regresé los peces ya estaban.
Enemigo del dueño - Yo estaba discutiendo con el dueño porque quería comprar el club, enfadado me fui a mi casa.
El vecino- Yo fui al club a decirle que si no bajaba la música le juraba cerrar el club.
Limpiadora: Yo estaba limpiando la piscina y me olvidé de la red y fui a buscarla.
Cuando regresé había peces en una cañería rota.
APUNTES: El detective en su libreta, lo, único que anotó fue: Cañería rota y venganza.
El detective quiso averiguar de dónde llegaba la cañería, cuando lo descubrió supo que de ahí no podían venir los peces.
Al poquito tiempo, el vecino viajó a Uruguay. Y se descubrió que era dueño de un acuario.
Preguntas: ¿Por qué se había ido del país? -¡Yo me fui por asuntos de trabajos! ¿Usted es dueño de un acuario?
¡NOOO! – Bueno, entones usted puede ir a su casa pero está bajo custodia por unos días.
Una semana después el hombre no aguantó salir de su casa y la custodia, le dijo a la policía que llamaran al detective a su casa, a la media hora el detective llegó.
El hombre se declaró culpable de lo que lo culpaban.
Por declararse culpable le dieron un año y medio de prisión.
El detective le avisó al dueño que el caso estaba resuelto.
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